Sin embargo, sí mencionan que a veces los tratamientos quirúrgicos son el mejor curso de acción para los casos avanzados. Estos pueden incluir:

• Cirugía de colgajo: se harán pequeñas incisiones en las encías para poder levantar una sección del tejido de las encías. Esto expondrá las raíces para que se pueda realizar un raspado y cepillado más extensos. Una vez que sane, será más fácil limpiar estas áreas y mantener tus encías saludables.
• Injertos de tejido blando: la línea de las encías retrocederá a medida que pierda tejido de las encías, por lo que tener tejido, como el del paladar, extraído y adherido al sitio afectado puede ayudar a reducir una mayor recesión de las encías.
• Injerto óseo: si la enfermedad de las encías se ha infiltrado en el hueso que rodea la raíz del diente, es posible que necesites un injerto para evitar la pérdida del diente y mantenerlo en su lugar.
• Regeneración tisular guiada: esto permitirá el recrecimiento del hueso que ha sido destruido por bacterias. El material que utilizan evitará que el tejido no deseado ingrese al área de curación, lo que permite que el hueso vuelva a crecer.
• Proteínas estimulantes de tejidos: consiste en aplicar un gel en la raíz del diente afectado. Este gel contiene las mismas proteínas que se encuentran en el desarrollo del esmalte dental y puede estimular el crecimiento de huesos y tejidos sanos.